El rosado más icónico de ENATE es una declaración de estilo. Elaborado con uvas Cabernet Sauvignon seleccionadas, combina la intensidad aromática de la fruta roja madura con la frescura y elegancia de un blanco. En nariz despliega notas de fresa, frambuesa y pétalos de rosa, mientras que en boca muestra una textura amplia, viva y delicada. Su color —un rosa frambuesa brillante— anticipa un vino con personalidad, lleno de energía y equilibrio. Es un rosado que va más allá de la estacionalidad: acompaña igual una comida ligera que un momento artístico o sensorial.
La etiqueta de Víctor Mira aporta el matiz final: arte y vino fundidos en una misma emoción, expresión pura del Somontano.
