Tempranillo y Cabernet Sauvignon se funden en este vino que representa la madurez y el equilibrio de la casa. Criado durante nueve meses en barrica y afinado en botella, el Crianza muestra una nariz compleja con notas de fruta madura, especias dulces y un sutil toque de madera. En boca es carnoso y persistente, con taninos sedosos y un final largo que invita a repetir. Es un vino que transmite calma, oficio y coherencia, ideal para acompañar platos de caza, guisos o momentos de reflexión.
Su etiqueta, firmada por Víctor Mira, refuerza la conexión entre arte y territorio. El trazo intenso y el color vibrante son un reflejo visual del vino que contiene: expresión pura del Somontano y del alma creativa que inspira a ENATE.
